Alejandra nació en Cali, Colombia, es la mayor de 3 hermanas e hija de padres muy jóvenes. Desde muy temprana edad Alejandra comenzó a tener interacción con otros idiomas y otras culturas. La abuela materna de Alejandra vive en Estados Unidos, y tuvo la oportunidad de vivir junto a ella durante casi dos años a sus 11 años. Esta experiencia permitió que Alejandra aprendiera a hablar inglés, y se diera cuenta que la apasionan los idiomas. Debido a esta experiencia, ella comenzó a tomar clases de francés y posteriormente un poco de portugués. Su sueño es poder viajar y poder aprender y perfeccionar estos idiomas, conociendo las maravillas culturales que se pueden experimentar.
Gracias al gran esfuerzo de sus padres, Alejandra nunca tuvo que pasar dificultades, pero no puede decir que las cosas siempre fueron fáciles. Al ser la hermana mayor, Alejandra siempre sintió que debía ayudar y que no quería ser una carga para su familia, pues siempre pensó que detrás de ella habían dos pequeñas más. Por esta razón, aprovechando la tenacidad de sus papás, Alejandra decide desde sus 13 años trabajar con su padre en el negocio de la época. Comenzó trabajando en la taquilla del lugar, pero al transcurrir los años pudo ir aprendiendo cosas nuevas, donde a sus 16 años logró emprender su primer negocio, este era un puesto de postres y café. Pero esto no era lo único a lo que Alejandra se dedicaba, pues siempre fue muy activa y por esto participó con el colegio durante varios años en el modelo de las naciones unidas. Gracias a esta experiencia, Alejandra potencializa su gusto por ayudar a los demás, y siempre ha buscado la forma de incorporar esto en su día a día.
Al graduarse del colegio, su pequeño emprendimiento llega a su fin, pues al entrar a estudiar su carrera universitaria Alejandra no pudo continuar manteniendo al día todo sin descuidar su estudio. Durante sus primeros años de carrera, Alejandra trabajaba los fines de semana en un almacén de ropa, pero al ver que su segunda hermana estaba próxima a graduarse también, decide cambiarse a estudiar en las noches y tomar un trabajo de tiempo completo para ayudar a sus padres a pagar por sus estudios y de esta forma su hermana también podría estudiar sin problema alguno.
Alejandra siempre mantuvo la mejor actitud frente a la vida, siempre alegre y retándose a sí misma a dar el 110%. Le encanta asumir retos nuevos, y siempre ve lo mejor de las personas y las situaciones, buscando aprender todo lo que puedan brindarle, y esperar que de ella puedan aprender y obtener solo cosas positivas.
El encontrar un lugar como lo es Quiroga Law Office, donde el entorno es tan familiar, donde todos en la firma son personas con historias increíbles, con el fin de lograr hacer realidad el sueño de muchos hace que Alejandra se levante a diario con una enorme sonrisa, y agradece por tener la oportunidad de hacer algo que le encanta, lo cual es ayudar a otros.
Es por está razón que Alejandra, llega hacer parte de nuestro equipo, ya que sus conocimientos y actitudes aportan de gran manera nuestro trabajo.