Tema migratorio prioridad en Asamblea de la ONU, países centro americanos toman la vocería
“De la población total del mundo, el 3.4% son migrantes internacionales, lo que equivale a más de 250 millones de personas. Por lo que, si se canaliza mejor su potencial, la migración puede ser una gran oportunidad para fomentar el desarrollo económico y social” comenta Enrique Peña en una rueda de prensa.
El presidente mexicano protegía, junto con el presidente suizo, Alain Berset, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada, impulsado por las Naciones Unidas, que se presentará en la Conferencia Intergubernamental de la ONU en Marruecos en diciembre 10 y 11. Peña Nieto argumenta que en 2017 el flujo de capital proveniente de mexicanos hacia el resto del mundo o remesas contribuyeron con 600.000 millones de dólares a la economía global, el triple de la ayuda oficial al desarrollo y se estima que el 85 % de sus ingresos, además, se quedan en los países de destino, no en los de origen.
Por otro lado, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, denunció hoy ante Naciones Unidas los actos de crueldad contra su pueblo en otros países, incluidos los hondureños. En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Hernández defendió, con una tónica muy fuerte que, la migración es un derecho humano y que los migrantes han contribuido a lo largo de la historia a los países que los han acogido.
“Honduras y en general la región centroamericana no somos la excepción. Para la mala fortuna, en estos tiempos modernos el mundo entero ha sido testigo de la crueldad con la que se ha tratado a los migrantes, entre ellos mis compatriotas, y esto es algo que debe tener foco central por parte de los organismos internacionales”, insistió. Orlando Hernández denuncia las condiciones infrahumanas en las que esos migrantes se encuentran recluidos en centros de detención, atropellando su dignidad y la de sus familias, lo que da un resultado de hostilidad contra todo el pueblo hondureño.
Hernández centra su discurso en los hechos recientes, en concreto a la situación en EE.UU, recordando que los hondureños siguen esperando a la reunificación familiar de 120 niños separados, privados de un derecho básico y primordial para su desarrollo como es la unidad familiar.
Para terminar, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, rechazó en la ONU la “criminalización de los migrantes” y urgió a Estados Unidos a agilizar la reunificación de menores separados de sus familias en la frontera. Sánchez Cerén menciona que, “este año, muchas de las familias migrantes procedentes principalmente del Triángulo Norte de Centroamérica han enfrentado una difícil y dolorosa situación al ser separados”, Esa separación, subrayó, “ha creado daños psicológicos y emocionales irreparables a niñas, niños y adolescentes de esta zona del continente americano”.
Bajo esta línea argumentativa, se destaca el caso de los salvadoreños amparados en EE.UU. por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Como gobierno, se trabaja para que las instancias competentes de Estados Unidos garanticen los instrumentos legales que proporcionen mayor estabilidad migratoria y residencia permanente a la población acogida al TPS y DACA, y no sería justo cambiar las reglas de juego en medio de la partida.
Para terminar, es clara la posición de estos gobiernos en contra de los fuertes cambios que se han tenido en torno a políticas migratorias en el último año, dado por el gobierno de Trump. Sin embargo, se evidencia como los países centro americanos toman la vocería en la Asamblea de la ONU con respecto al tema migratorio.