El difícil camino de los inmigrantes en USA

Hace poco terminó uno de los momentos más importantes para nuestra fe: la Semana Santa. Un espacio de devoción que nos invita al recogimiento, la oración, la unión y la gratitud.  

Además, nos invita a recordar y conmemorar el difícil camino que recorrió Jesús con su cruz a cuestas para llegar a su destino, así como todas sus enseñanzas. 

Y este gran momento también nos permite reflexionar sobre el camino que recorremos miles de inmigrantes cada año para cumplir nuestros sueños y propósitos. 

Llegamos a Estados Unidos de diferentes maneras, venimos de muchos países y hablamos distintos idiomas. Muchos llegamos solos y algunos tienen la fortuna de estar acompañados. 

Aunque hay muchas diferencias entre nosotros, tenemos un mismo sueño en común. A todos nos une la gran valentía que nos impulsó a tomar un camino tan difícil como el de migrar. 

Y en ese camino pasamos por diferentes etapas, tenemos altibajos, vivimos momentos de alegría e ilusión, pero también de profunda tristeza y desesperanza. 

 

Dejar atrás lo que amamos  

Nuestro camino empieza cuando tomamos la difícil decisión de partir, dejando atrás todo lo que amamos y lo que hemos conocido. Decimos adiós a todo lo que fuimos para encontrarnos con una nueva versión de nosotros mismos. 

Con nuestro equipaje a cuestas, llegamos a un país desconocido llenos de sueños, ilusiones, esperanzas y temores. Nos sentimos orgullosos porque logramos estar ahí. 

Y en este nuevo lugar comenzamos a buscar fortaleza, aferrándonos a nuestra identidad y a nuestra fe. Son nuestras convicciones y motivaciones las que nos mueven a tomar acción y luchamos por cuidar y defender todo lo que somos y lo que nos identifica. 

Enfrentando las dificultades 

Pasa el tiempo y comenzamos a encontrarnos con dificultades: un país ajeno, un idioma que poco entendemos, la soledad y, en muchas ocasiones, las actitudes de personas que nos lastiman. 

Todo comienza a tornarse oscuro. Incluso quienes amamos pueden lastimarnos, muchos nos dan la espalda, y pareciera que nunca va a terminar el sufrimiento. 

Pero es ahí cuando entendemos que debemos ser fuertes y prepararnos para seguir enfrentando obstáculos en el camino. Sabemos que no será fácil, pero ponemos todo en manos de Dios y nos entregamos a su voluntad. 

Y en ese momento de dificultad descubrimos en nosotros una fuerza indescriptible. Es el amor y la convicción lo que nos mueve: estamos dispuestos a hacer sacrificios por nosotros y por quienes amamos. 

Encontrando una nueva esperanza 

No siempre es fácil persistir en los momentos difíciles, incluso hay momentos en los que quisiéramos rendirnos y nos encontramos llenos de dudas e incertidumbre.  

Y cuando estamos en el punto más profundo del dolor, cuando todo está tan oscuro que no podemos ver la esperanza… es cuando podemos resurgir y renacer más fuertes. 

Llega el momento en que, después de tantas batallas, después de tanto buscar, después incluso de largas noches de soledad y tristeza, recibimos la gran bendición de tener una nueva oportunidad de vivir y construir nuestros sueños en Estados Unidos. 

Valientes inmigrantes: en nuestro camino siempre habrá tropiezos, luz y oscuridad, alegrías y tristezas, compañía y soledad, dudas y esperanza… pero lo importante es NUNCA dejar de avanzar y de creer en nuestros sueños.  

Somos inmigrantes hispanos y latinos ayudando a otros inmigrantes a cumplir sus sueños en Estados Unidos y vivir con tranquilidad. Si usted o su familia necesitan ayuda, no dude en contactarnos. Solicite una consulta o comuníquese con nosotros al 509-257-3899.  

El contenido aquí presentado solo tiene efectos informativos y no es una asesoría ni constituye un consejo legal en ningún caso.